- Sentarme frente al ordenador apagado y mirar mi reflejo borroso. Siempre es divertido verse a uno mismo con perfiles tenues.
- Escribir un poema inspirado en Richard Brautigan mientras oigo unos pasos por la calle y un coche se para frente a mi ventana.
- Salir de casa sin rumbo aparentando con mi paso decidido que sé donde voy.
- Entablar conversación conmigo mismo porque nadie se para a hablar con desconocidos en esta ciudad.
- Llamarme a mi casa desde una cabina y dejar que suene un rato largo con la esperanza de que lo cogeré. Si no es así, dejar un mensaje diciendo que cuando vuelva debo llamarme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario