He salido del trabajo y he ido a un cercano supermercado de cultura,
con sus cajas y sus cestas, con su luz artificial.
Quería comprar un libro de poemas.
La sección de poesía es pequeña, tanto como
la de frutos secos del consum de mi barrio
y suele estar igual de vacía.
Sin embargo, a veces, esconde pequeños tesoros
como dátiles frescos.
He encontrado uno.
Mis manos se han pegado como un imán
a un libro de Richard Brautigan (June 30th, June 30th…).
Es su diario poético de un viaje a Tokio en 1976
y en él hay algunos poemas diminutos como haikus.
“Esta es una de esas cosas.
Cuando necesitas cobalto
Ninguna otra cosa
Sirve.”
Richard Brautigan murió ocho años más tarde
y la verdad es que todavía hoy lo echo de menos.
Valencia
9 de enero de 2007
No hay comentarios:
Publicar un comentario