Escoge una palabra de manera automática, al azar de tus conexiones neuronales, una cualquiera que deje de serlo al elegirla.
Escríbela lentamente letra a letra, una pulsación al minuto
con tu procesador de textos, siempre en minúscula
y tamaño 12 fuente times new roman.
Observa cada trazo, todos los matices visuales que ofrecen cada una de sus letras y obsérvala en su conjunto con mirada nueva.
Comienza a variar el tamaño y el tipo de cada letra para descubrir alguno de sus posibles significados ocultos o la simple belleza estética.
Cuando termines una opción guárdala en la carpeta de poemas visuales y comienza otra,
o simplemente empieza de nuevo con otra palabra.
Investiga y juega, aprovecha las posibilidades expresivas de tu pc, condenado al aburrimiento de la prosa, y conviértete en poeta visual sin salir de casa.
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